El día 19 quedamos en la plaza de Santa Ana (algo raro la
verdad) y tras esperar una hora para que
todos tuviéramos los DNI, comenzamos a caminar, siguiendo a Cous Cous.
Tras haber caminado un rato, llegamos a la casa de la
juventud de San Antonio situada en Vegueta. Dejamos nuestras cosas
(investigamos el lugar e hicimos tonterías en el enoooorme baño que había) y
nos dirigimos a la playa de “La Laja”.
Cuando encontramos un buen sitio para colocarnos, nos
quitamos la ropa tan rápido, que la gran mayoría cayó en la arena.
Nos pegamos un pequeño baño en el agua cristalina de aquella
playa (la cual estaba abarrotada de gente, jajajaja , claro, era sábado). Al
salir nos sentamos en nuestras toallas, cogimos la comida y cantamos (como no,
eso nunca falta).
Volvimos a recobrar las energías, cogimos la pelota de
voleibol y jugamos a A, E, I, O, U. En una de las jugadas, Ana C. le dio a la
pelota, con tan mala suerte, que me dio en toda la cara (a Claudia, o sea yo).
Todos, los muy capullos, se descojonaron de mi. Después de esto, volvimos a
sentarnos para hacer una pequeña lluvia de ideas, en la que salieron ideas
bastante buenas e interesantes. Finalizada la pequeña puesta en común, nos
dirigimos a las canchas que había en el Polígono de San Cristóbal en donde nos
esperaba ikki y wantola (ikki coja perdida jajaja,) jugamos al hockey, al
fútbol y al baloncesto.
En el fútbol,
todos iban a matar (pegaban patadas, empujones, codazos y de mas cosa,
parecíamos animales). En el baloncesto, Sergio derribó a Hathi (sisisi, lo que
leéis, ¡Sergio derribó a Hathi!!). Y por último el hockey, (un consejo para los scouters, nunca
repito NUNCA, les deis a unos escultas un stick y una pelota, pueden salir
heridos).
Tras muchos golpes, caídas y risas volvimos a la casa de la
juventud, en donde nos duchamos y vimos
que nos habíamos quemado todos. Dos horas y 20 minutos pasaron hasta que Andrea
salió del baño (¡¡qué mujer más pesada para bañarse por dios santoooo!!).

Cuando acabamos, nos fuimos a la terraza que había al lado
de nuestras habitaciones y jugamos a pueblo duerme (la esculta de este año esta
enganchada a este juego). Después de tres o cuatro rondas, nos fuimos a dormir
(en el suelo, porque había camas pero nooooo, nosotros en el
suelo, porque nos juntamos en una sola habitación y si no hay camas para todos, no hay camas pa´ninguno, es que somos imbéciles…..), agotados del día tan “deportivo” el cual a Noa le encanto jajajaja. Nuestra querida Won-Tolla nos contó un cuento para que nos durmiésemos, y cuando termino de contarlo, caímos todos rendidos.
suelo, porque nos juntamos en una sola habitación y si no hay camas para todos, no hay camas pa´ninguno, es que somos imbéciles…..), agotados del día tan “deportivo” el cual a Noa le encanto jajajaja. Nuestra querida Won-Tolla nos contó un cuento para que nos durmiésemos, y cuando termino de contarlo, caímos todos rendidos.
Al día siguiente, nos levantamos algo tarde, y comenzamos a
levantar a todos los que estaban dormidos.
Desayunamos (Noa, por lo despierta que estaba, tiro la leche
en la mesa, hasta la una del medio día, nuestra querida pelinegra no es
persona) y tuvimos una hora de tiempo libre, el cual aprovechamos para jugar a
pueblo duerme (lo que nos pasa a nosotros con ese juego es preocupante en
serio, LLEVENOS AL PSICOLOGO Ya!).
Comenzamos a preparar nuestras cosas, y nos
fuimos al mercadillo de vegueta, donde jugamos a “inquilino”,
a la “burbuja” y a “sardinas enlatadas” (nota de la esculta: ese último juego es muy peligroso, casi nos quedamos sin los pequeños compañeros y sin espalda). Cuando acabamos los juegos, nos dimos una vuelta por el mercadillo, donde fuimos pisqueando por todos los puestos de comida que había (compréndannos, siendo las dos y no haber comido…)

a la “burbuja” y a “sardinas enlatadas” (nota de la esculta: ese último juego es muy peligroso, casi nos quedamos sin los pequeños compañeros y sin espalda). Cuando acabamos los juegos, nos dimos una vuelta por el mercadillo, donde fuimos pisqueando por todos los puestos de comida que había (compréndannos, siendo las dos y no haber comido…)
Volvimos a la residencia donde habíamos estado y nos
zampamos el pollo, mientras nos reíamos de las tonterías de Ikki y Hathi. Tras
la comida, volvimos a tener tiempo libre, el cual aprovechamos para terminar de
recoger nuestras cosas y para jugar a nuestro juego de cartas preferido.
Transcurrido ese tiempo, cogimos nuestras maletas y nos
volvimos caminando a la plaza de Santa Ana. Ahí, nos sentamos junto a los
bancos y comenzamos a hacer nuestro calendario de actividades (nuestros
scouters se van a cansar de vernos tanto el pelo, acampadas, reuniones de día
completo, quedadas… al final nos van a echar a patadas al final de cada
reunión.
Terminada esta pequeña actividad, cada uno se fue a su
casita ileso, bueno…. CASI ilesos jajaja.